lunes, 17 de febrero de 2014



XM25 es un ejemplo de fusil que ha dejado de serlo para convertirse en un complejo sistema de armamento dotado de sensores, láseres, control de tiro y una innumerable lista de extras. Foto CC-BY The US Army.
En la guerra hay un factor determinante, y es que suele ganar el que posee las armas más avanzadas. Por este motivo lleva produciéndose una carrera armamentística muy competitiva desde hace siglos. En la actualidad, inmersos en una revolución tecnológica sin precedentes, se están desarrollando nuevos y brutales dispositivos para tratar de lograr esa superioridad en el campo de batalla que todas las naciones quieren.
Armas no letales
El catálogo de armas, que existe en estos momentos, incluye innovaciones en todos los campos en los que la ciencia avanza. En el Pentágono, polo de la industria militar norteamericana, han creado dos nuevas armas para combatir a los insurgentes y reprimir las manifestaciones multitudinarias sin víctimas. Se podrían llamar “armas blandas” porque no matan. El hielo plástico o hielo artificial es una sustancia que se asemeja al plástico y que reproduce las propiedades del hielo sobre el pavimento. “Se trata de utilizarlo en ambientes cálidos y áridos como Irak y Afganistán”, según se explica en el portal de Internet de la Agencia de Defensa de Proyectos de Investigación Avanzados del Departamento de Defensa (DARPA). El propósito de este material es reducir la capacidad de movimiento del rival mientras que las tropas estadounidenses se desplazan sin problemas sobre él, gracias a un agente desactivador vaporizado en las suelas de las botas y en los neumáticos de los vehículos. La DARPA argumenta que esta arma “reduce la capacidad de nuestros adversarios para perseguirnos, y da tiempo a nuestros combatientes para actuar en lugar de reaccionar”.


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